16 de noviembre de 2011

Crónicas de los 4tos de Final

LAS LINCES (Esc. 5) CON LAS LOBAS DEL BARRIO (ESC. 188)
¿Qué Equipo? ¡Linces!

Así se motivan las chicas de la escuela 5 cada vez que les toca entrar a la cancha, y el domingo 30 de octubre no fue la excepción. Pero esta vez, la motivación de siempre tuvo un valor agregado con nombre y apellido, Camila Gatica.
El partido se presentaba áspero para los dos equipos, pero sin dudas tenía como favoritas a Las Lobas del Barrio de la escuela 188, que habían llegado a esta instancia siendo segundas de su zona, pero sobre todo habiendo jugado un partidazo en la última fecha con Las Leonas de Payla a quienes estuvieron a minutos nomás de quitarles el invicto que traen desde hace 3 años. Por el contrario, Las Linces de la 5, venían de una derrota por goleada con Las Speed de la 89. Estos antecedentes sumado, al gran potencial ofensivo que tienen las chicas del Arenal, más la seguridad de la arquera, Luján Pino, hacia suponer que las Lobas no tendrían mayores inconvenientes en acceder a las semifinales del torneo femenino de 3er Tiempo 2011. Pero esto es fútbol, y en el fútbol no siempre uno más uno es dos.
En este caso, a quienes intentamos analizar este deporte, se nos escapó un pequeño detalle a la hora de hacer nuestros pronósticos. No contábamos con una inspiradísima Camila Gatica. La jugadora número 7 de las Linces apareció en el torneo como no lo había hecho en ninguno de sus partidos anteriores. En 6 minutos prácticamente había definido la serie en favor de su equipo. Con dos apariciones fulminantes, dos derechazos cruzados de derecha a izquierda, puso a su Las Linces 2 a 0 arriba, cuando promediaba el primer tiempo del partido. El segundo gol, para los más grandes, puede ser comparado a un gol típico de Mario Alberto Kempes, por la corajeada y la resolución digna de una campeona. El 2 a 0 en 6 minutos fue un baldazo de agua fría para Las Lobas de la 188, quienes no pudieron contener sus lágrimas en esos momentos.
Pero rápidamente, llegaría el gol del descuento, el gol de la esperanza para las chicas del Arenal, Romina Reucán, ejecutó un saque lateral con dirección al arco contrario, la pelota no parecía difícil, pero un desvío en una jugadora de Las Linces, desacomodó a la arquera de la escuela 5 y puso el partido 2 a 1 con todo un tiempo por jugar. En el descanso mientras los delegados de la 188, Alfredo Raúl Azares y Ximena Oliveros intentaban levantar el ánimo de sus representadas, Diego, delegado de Las Linces, preparaba la estrategia para defender el resultado conseguido hasta el momento.
El segundo tiempo tuvo de todo menos goles, tiros en los palos, jugadoras lesionadas, llantos, emociones, nervios, todo… menos goles. Las Lobas buscaron hasta el último segundo el gol que les permitiera ir a alargue, pero no se les dio. El silbato final del árbitro, Esteban Aguayo, dio rienda suelta a los festejos y los llantos, la alegría y la tristeza. Las dos caras de un momento muy intensamente vivido por las chicas de la escuela 188 y la 5. Pero fue precisamente allí, que se vio lo mejor de los dos equipos. Las Linces, llorando de alegría fueron a consolar a sus compañeras de juego, Las Lobas, que también lloraban pero de tristeza. Y terminaron todas juntas abrazadas en la mitad de la cancha compartiendo un momento que jamás podrán olvidar.

LOS TIGRES (ESC. 313) CON FÚTBOL CLUB 86 (ESC. 86)
¡Los Tigres festejaron en un partido maratónico!
En los papeles se presentaba como uno de los partidos más parejos de la jornada, los dos habían clasificados segundos en sus zonas, y llegaban a los 4tos de final con un buen trabajo realizado en la fase clasificatoria.
Los Tigres, de la escuela 313 de la Vega San Martín, son un equipo con buenos jugadores, a los que todavía les cuesta armarse colectivamente. Sobre todo en el trabajo defensivo. Pero con una fuerte vocación ofensiva, y muchos jugadores que llegaron al gol, Tomás Paschetta, Tomás Pukalo, Emiliano Quilapán, Jonatan Soto entre otros.
Fútbol Club 86, en cambio, llega a esta instancia, gracias a un gran trabajo en equipo, con una figura que sobre sale como Santiago Sepúlveda, pero con compañeros que corren todas las pelotas y no dan ninguna por perdida. Con esta solidez defensiva, muy bien trabajada por su delegado y director de escuela Alejandro Fiore, le hicieron frente a los legendarios Leones Indomables, a los que también, estuvieron apunto de quitarles el invicto que ostentan de 24 partidos. Ya lo dijo en aquel momento el capitán de Los Leones, Nicolás Quirno Costa, “Esto pibes son termitas, no paran un minuto de correr”.
Pues bien, con estos antecedentes, se preveía un partido muy parejo, tan parejo como termino siéndolo.
El primer tiempo fue de los chicos de la escuela 86, con un Santiago Sepúlveda endiablado, tanto como nos tiene acostumbrado y un Nelson Orellana más efectivo que nunca a la hora de la definición. Orellana adelantó a los de la Vega Maipú, a minutos de haber comenzado el partido con un disparo de media distancia que sorprendió al arquero Jonatan Soto, de los Tigres. Minutos más tarde Tomás Paschetta, número 10 de la 313, luego de una gran jugada con su compañero Pukalo, taquito incluido, definió un mano a mano con el arquero Fermín Sheriff, para igualar el tanteador.
El partido parecía ser manejado por Los Tigres de la 313, pero otra gran jugada de “Santi” Sepúlveda dejó solo a Nelson Orellana frente a Soto para que definiera y pusiera el partido 2 a 1 arriba a Fútbol Club 86. Y como si fuera poco, a segundos de terminar el primer tiempo, un despeje de Nelson Orellana se transformo en un contragolpe feroz para los chicos de la 86, que con un jugadón de Santiago Sepúlveda desparramando contrincantes logró poner el partido 3 a 1 para la 86. Así nos íbamos al descanso, con el partido casi definido.
El delegado de la 313, Walter Contreras, viejo conocedor de este deporte, nos decía “No hay nada definido, queda un tiempo y todo puede pasar”. Y cuanta razón tenía. Hizo un cambio estratégico que modificó el rumbo del partido. Martín Jaramillo pasó a atajar y Jonatan Soto salió a defender. Martín le dio seguridad al arco de Los Tigres, y Jonatan Soto más solidez a la defensa. También se ajustaron algunas tuercas en el rendimiento colectivo, y el equipo de la Vega San Martín salió a comerse la cancha en el segundo tiempo. Rápidamente lograron descontar luego de una desatención defensiva entre un defensor de la 86 y su arquero, Fermín Sheriff, y Jonatan Soto no lo desaprovechó y puso el partido 3 a 2. Esto hizo que retrocediera el equipo de la 86 y se agigantaran Los Tigres de la 313, hasta que faltando 5 minutos para terminar el partido, Tomás Pukalo desde afuera del área con un clásico “puntinazo” pusiera la pelota junto al palo izquierdo de Sheriff y empatara el partido. A partir de ese momento, se respetaron tanto, que casi no tuvieron más llegadas hasta que faltando segundos de terminar el partido, Santiago Sepúlveda, luego de una jugada maradoniana, tuvo la oportunidad de ganarlo, pero la pelota fue desviada por quien finalmente, sería el héroe del partido, Martín Jaramillo.
El alargue pasó sin pena ni gloria, casi no hubieron llegadas de peligro, los dos equipos lo jugaron como si hubieran querido llegar a los penales. Y si fue así, lo consiguieron. Primera definición por penales en este 3er Tiempo 2011.
Y aquí también pudo haber sido para cualquiera de los dos, fue tan pareja la definición que hubo que patear 10 penales cada equipo, hasta que se sacaron una ventaja. Martín Jaramillo atajó el décimo penal de los chicos de la 86, y pateó el último de su equipo. Un bombazo arriba a la izquierda de Fermín Sheriff, que nada pudo hacer, y salió corriendo a festejarlo con sus compañeros. Luego de mucho sufrimiento lograban el tan ansiado pase a las Semi Finales. Para destacar, la correctísima actitud de los chicos de la escuela 86, que a pesar de la bronca del momento, fueron enseguida a saludar a sus victoriosos compañeros de juego, no por nada son los grandes candidatos a ganar el título Fair Play. De esta manera pasaba el segundo partido de la jornada, y ya teníamos los ojos llenos de fútbol, y el alma llena de emociones.

Por Juan Manuel de las Rosas

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