El domingo pasado, se realizó en el gimnasio “Chango Soria” del Barrio Vega Maipú, la última jornada deportiva del Proyecto de Integración Social, 3er Tiempo 2011. La fiesta comenzó cerca del medio día, cuando comenzaron jugarse varios partidos amistosos entre chicos y chicas de todas las escuelas participantes. El olorcito de los “choripanes” que vendían los padres y docentes de la escuela nro. 179, se hacía cada vez más irresistible.
El primer partido “oficial” de la tarde lo protagonizarían Las Diablitas de la escuela nro. 274 y Las Speed de la escuela 89. Ellas jugaban por el 3er y 4to puesto del torneo femenino 2011, partido que por la calidad de los equipos, perfectamente pudo haber sido una final. El destino, la suerte, los nervios, hicieron que se encuentren jugando por la medalla de bronce. Las Speed, hace un mes y medio atrás, habían ganado a Las Diablitas por 4 a 1, pero ese antecedente poco les valió para este partido. Las Diablitas contaron con una jugadora superlativa como Damaris Pacheco, que estuvo imparable ante las chicas de la 89, que nada pudieron hacer ante semejante talento. Un derechazo cruzado de Damaris, selló el triunfo por 1 a 0 para las de la escuela nro. 274 que luego de perder inmerecidamente en las semifinales con Las leonas de Payla, obtuvieron un reivindicatorio tercer puesto en este torneo femenino.
Luego vendría el turno para los varones. El Casma de la 274 y Los Tigres de la 313 jugaban por el bronce del torneo masculino.
El Casma venía muy golpeado luego de la tremenda goleada sufrida en las semifinales con Los Lobos de la 188, en cambio, Los Tigres de la 313 venían agrandados con el partidazo que habían hecho a Las Águilas del Sol. Además los chicos de la escuela 274, no contaban para este partido con su líder, Juan Margenat, ausente por un viaje con aviso.
Con estos datos, se preveía un partido como el que finalmente se dio. Los chicos de la Vega San Martín, dominaron el encuentro de principio a fin. El resultado final fue 5 a 1 para Los Tigres de la 313, que por segundo año consecutivo consiguen la medalla de bronce para su escuela.
De esta manera se terminaba con los primeros partidos de la jornada, y se venía lo mejor. Poco a poco las tribunas del “Chango Soria” se fueron colmando de chicos, chicas y sus familias, para disfrutar las finales de los torneos femenino y masculino.
Pero esa historia se las contamos en la próxima entrada…
Juan M. de las Rosas
El primer partido “oficial” de la tarde lo protagonizarían Las Diablitas de la escuela nro. 274 y Las Speed de la escuela 89. Ellas jugaban por el 3er y 4to puesto del torneo femenino 2011, partido que por la calidad de los equipos, perfectamente pudo haber sido una final. El destino, la suerte, los nervios, hicieron que se encuentren jugando por la medalla de bronce. Las Speed, hace un mes y medio atrás, habían ganado a Las Diablitas por 4 a 1, pero ese antecedente poco les valió para este partido. Las Diablitas contaron con una jugadora superlativa como Damaris Pacheco, que estuvo imparable ante las chicas de la 89, que nada pudieron hacer ante semejante talento. Un derechazo cruzado de Damaris, selló el triunfo por 1 a 0 para las de la escuela nro. 274 que luego de perder inmerecidamente en las semifinales con Las leonas de Payla, obtuvieron un reivindicatorio tercer puesto en este torneo femenino.
Luego vendría el turno para los varones. El Casma de la 274 y Los Tigres de la 313 jugaban por el bronce del torneo masculino.
El Casma venía muy golpeado luego de la tremenda goleada sufrida en las semifinales con Los Lobos de la 188, en cambio, Los Tigres de la 313 venían agrandados con el partidazo que habían hecho a Las Águilas del Sol. Además los chicos de la escuela 274, no contaban para este partido con su líder, Juan Margenat, ausente por un viaje con aviso.
Con estos datos, se preveía un partido como el que finalmente se dio. Los chicos de la Vega San Martín, dominaron el encuentro de principio a fin. El resultado final fue 5 a 1 para Los Tigres de la 313, que por segundo año consecutivo consiguen la medalla de bronce para su escuela.
De esta manera se terminaba con los primeros partidos de la jornada, y se venía lo mejor. Poco a poco las tribunas del “Chango Soria” se fueron colmando de chicos, chicas y sus familias, para disfrutar las finales de los torneos femenino y masculino.
Pero esa historia se las contamos en la próxima entrada…
Juan M. de las Rosas
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